El Delta del Ebro es uno de los paisajes naturales más impresionantes del Mediterráneo, un lugar donde la tierra y el mar se mezclan creando lagunas, arrozales y una biodiversidad única. Desde Peñíscola y Benicarló, este paraíso está a menos de una hora en coche, lo que lo convierte en una excursión perfecta para quienes buscan naturaleza, tranquilidad y un entorno diferente al del litoral.